miércoles, 20 de julio de 2016

Idomeni, la vergüenza de Europa

Desde que estalló la guerra en Siria millones de hombres, mujeres y niños de todas las edades han tenido que abandonar todo y lanzarse hacia el vacío en búsqueda de una vida mejor sin ejecuciones ni bombas.

El deseo era alcanzar Europa sobre todo Alemania, Francia o España creyendo que allí alcanzarían una vida mejor.
Si bien en el comienzo Alemania y otros países de Europa acogieron refugiados. Con el pasar de los meses las fronteras se fueron endureciendo y aquel sueño que traían se iba desvaneciendo.
Muchos europeos deseaban poder dar alojamiento a quienes huían de la guerra.
Y no sólo a los sirios sino también a afganos e iraquíes que eran perseguidos por el ISIS (Estado Islámico) quienes aún están presentes en sus países. Esas ansias humanistas de parte del pueblo europeo se contraponían con las de sus gobiernos que poco a poco ponían mayores obstáculos a quienes intentaban alcanzar Europa.
Primero los atentados en París y luego en Bélgica lograron lo que la UE deseaba, el miedo de la población.
Estos atentados dieron carta blanca a la UE en avanzar en un acuerdo con Turquía para devolver a los sirios a Turquía y al resto a sus países. En este contexto, más de 12 mil personas que ya habían logrado llegar a la frontera de Grecia con Macedonia, exactamente en Idomeni se verían imposibilitadas de seguir su ruta hacia los Balcanes y de ahí a Alemania. La frontera se hallaba cerrada. Entre los dos países levantaron una valla de alambre de púas muy difícil de pasarla. Además de la constante guardia de militares y policías macedonios de un lado y griegos del otro.
Dos meses de estar allí en pésimas condiciones de salubridad, sin comida, sin comida y sin ropa hicieron que a mediados de abril miles de personas ya desesperadas se lancen en carrera contra los alambrados a fin de derribarlos y así poder cruzar. La respuesta de las fuerzas de seguridad de Macedonia no se hizo esperar, arrojaron bombas de estruendo, gases lacrimógenos y vomitivos y balas de goma, contra niños, hombres y mujeres de todas las edades. A lo sumo armados con alguna piedra. La violenta e injustificada represión causó numerosos heridos y asfixiados por los gases. Numerosos niños y mujeres embarazadas fueron atendidos por los médicos voluntarios que se encuentran en el campo. 

Unos pocos días de este hecho pasaron y el Papa Francisco se hizo presente en la legendaria Isla de Lesvos a la que durante el 2015 y principios del 2016  arribaron miles de refugiados que desafiaban a las autoridades y al mar Egeo a fin de llegar a Europa. La imposibilidades de llegar por tierra debido al cierre de fronteras obliga a tener que cruzar por mar. Un mar que se cobró cientos de vidas en pocos días. Muchos de ellos niños pequeños y bebés. Francisco se hizo presente en el campo militarizado de Moria. Allí estuvo en contacto con los refugiados que se encuentran allí detenidos. Al finalizar su recorrida y luego de un discurso en el que reprende a la UE, el Papa se llevó en su avión a 12 personas de 3 familias que se encontraban detenidas desafiando así al acuerdo con Turquía. Ahora queda esperar el resultado que pueda o no generar entre los cráneos de la Unión Europea.
Como dijera el gran Berthold Brecht, no hay mayor fascista que un burgués asustado.

¿Quienes son los refugiados?
Podemos decir quienes no son. No son una masa humana anónima. Ellos son Hasan, Elaf, Mohamed, Malak, Ahmed... ellos son niños, viejos, jóvenes, hombres y mujeres que han perdido todo. Han perdidos hijos, esposas y esposos, novias y novios, amigos, hermanos , madres y padres. Lo han perdido todo.
Ellos son estudiantes, abogados, ingenieros, campesinos, comerciantes, hay también una profesora universitaria de matemáticas que hoy es una de quienes viven en las vías del tren aquí en el campo de Idomeni.

Al padre de Laith lo mataron hace 2 años. En Darah, el tiene 6 años y su hermana Malak de 9 años. Hoy viven en un vagón en Idomeni con su madre. El ISIS mató a su padre y lo filmó para mostrarle el video. Hoy su madre me ha mostrado, un cuerpo torturado abierto desde el vientre hasta el cuello . Laith tiene una herida de bala en su pierna izquierda. Una bala atravesó su piernita con tan solo 4 años. Hoy ya no tienen dinero ni comida ni nada. Evalúan regresar a Siria. Europa que junto a los Estados Unidos en 2011 fomentó las revueltas árabes con dinero y armas, hoy les prohibe el ingreso. Europa se amuralló aniquilando toda esperanza de una vida digna. Y luego de generar el caos en sus paises, los rechaza en su territorio. La Unión Europea es una vergüenza para la humanidad. Malak tiene 9 años y es hermana de Laith, ella me dice que extraña a su papá asesinado por el ISIS, dice que quiere ir a la escuela otra vez.

Ilaf es iraquí, tiene 13 años y sueña con ser médica . Está hace más de un mes en el campamento de Idomeni . Su papá quedó en Irak, su hermano está en Alemania y ella está con su mamá y hermana aquí, en este no lugar. Ilaf habla muy bien inglés y quiere ayudar a su gente. Ella es la traductora de los médicos y enfermeros de Bomberos en Acción de España. Ella trabaja como uno más . Ella explica a los médicos que es lo que les sucede a los pacientes. Sin ella muchos enfermos no tendrían la adecuada atención . Ilaf dice querer ayudar y por eso quiere ser médica . Pero al cerrar la conversación me dice que no cree que Europa la reciba y que seguramente terminará otra vez en Irak bajo los peligros que vivía allí. Ilaf me emocionó. Ella ayer durante la cruel represión no paró de trabajar. Ilaf tiene 13 años. Hoy me voy a dormir soñando que en unos días me escriba un whatsapp desde Alemania y me diga que lo ha logrado.

Hasan era trabajador en una empresa de petróleo, tenía un buen salario y una familia numerosa. Hoy tiene hijos en Alemania, Turquía, Holanda y tres en Siria, en un territorio ocupado por el ISIS. Hasan ha superado los 60 años y debería estar disfrutando de sus hijos y nietos. Hasan es como un padre para muchos aquí, es escuchado y respetado. El quiere ir a Alemania, también desearía poder viajar a la Argentina que pone muchas trabas burocráticas en su "Programa Siria". Hasan está en su tienda junto a Ismael, su primo quien en Siria era abogado.

Nur es una niña de 6 años. Había empezado la escuela en Aleppo y estaba feliz. Dos meses después del inicio la escuela fue bombardeada y ella junto a su familia logró salvar su vida. Su tío murio en el bombardeo. Para llegar a Grecia desde Turquía debió cruzar el Mar Egeo, su bote naufragó y fueron rescatados. Hoy sus dibujos son botes en el mar y bombas que caen del cielo. Siente miedo cada vez que los helicópteros sobrevuelan el campamento.

El Centro Cultural Idomeni es una escuelita montada por voluntarios de distintas nacionalidades. Allí por la mañana acuden niños y por la tarde adultos. Se enseñan diversas lenguas como inglés, kurdo, árabe y griego. También se dan clases de yoga, de artes plásticas y de educación física. La escuelita se ha vuelto indispensable para el campo de Idomeni.

Idomeni se ha transformado en un no lugar. No hay un presente ni un futuro a la vista. Sólo un pasado doloroso y el lejano recuerdo de lo que fuera una vida en paz con el aroma de jazmines y naranjos. Idomeni es la vergüenza de esta Europa moderna del siglo XXI


Matías Quirno Costa